Monday, May 22, 2006

Bilingüismo

En una ocasión, tras una buena dosis de tequilas, una buena amiga confesó, o más bien afirmó, que no le daba la gana aprender inglés. Tiempo después escuche la misma afirmación en boca de la prostituta que encarna Kate del Castillo en la pelicula boliviana American Visa. Mi amiga esta lejos de dedicarse a la vida alegre. Se encuentra practicamente forzada a aprender inglés por razones laborales. Su contraparte profesional en los Estados Unidos, con la cual debe mantener una comunicación continua, son guardias forestales del sistema de parques nacionales de este país. Probablemente sea un prejucio, pero dudo que un guardia forestal en Estados Unidos, que se educa y desarrolla profesionalmente en la profunda vida silvestre norteamericana, este muy enterado de las últimas actualidades editoriales de España, Argentina o México o sepa que existe una Real Academia de la Lengua Española. Probablemente crea que el español es solamente la lengua nativa de ciertos pueblos de Arizona.

Dentro del debate migratorio se aprobó una ley que pone como condiciones para adquirir la nacionalidad estadounidense que los demandantes lleven mas de cuatro años viviendo en EU y que hablen inglés. Nadie duda que el mayor número de estos inmigrantes son latinos y en específico mexicanos y que deban de transitar del español hacia esta lengua con raices celtas, sajona y por fortuna también latinas.

El bilingüismo inglés-español es un proceso que acontece con mayor naturalidad transitando del español hacia el inglés, que en el sentido contrario. Sin duda hay razones de asimetrias de poder e importancia internacional entre ambas lenguas que refuerzan este fenómeno, asi como franca arrogancia y temor.

Lamentablemente, encontrar a un hablante bilingüe entre quienes detentan el inglés como lengua nativa, es tan dificil como que sepán con excatitud donde queda Uruguay. Hace un par de años un artículo de Samuel Huntington causó conmoción al afirmar que “el sueño americano es solo posible en inglés”, la educación bilingüe ha sufrido serios reveses incluso en estados en apariencia liberales como Massachussetts y la semana pasada se aprobó la ley que declara al inglés como el idioma oficial de los Estados Unidos.

En México hay escuelas de inglés (y computación) practicamente fuera de cada estación del metro. Una de las academías de inglés más populares en México afirma como parte de su slogan publicitario: “En un año en Intelingua eres bilingüe” y uno de los sistemas más populares para aprender inglés en Estados Unidos se llama “Ingles sin Barreras”, así en español. Esto podría parecer trivial si no se considera que uno de los paises con tal deseo de lograr una cultura bilingüe adoptando el inglés es la India, una ex-colonia Británica o que Bath es un pintoresco pueblo inglés cuyo principal atractivo son unos baños romanos que datan de hace mas de 2000 años.

He de confesar que personalmente he tenido muy malos viajes sobre el inglés. Como que esta lengua se parece a un arbol de aguacate que crece en mi interior; como C.S. Lewis autor de origen irlandes que escribió "Las Crónicas de Narnia", llegó a parecerme que esta era una lengua susurrada por demonios; e incluso he estado a punto de ponerle un pedestal a Franz Fanon.

¿Cuál es la verdadera dimensión del encuentro entre ambas lenguas? ¿De dónde vienen nuestros mutuos temores y necesidades de revindicación? ¿Qué papel juegan las fuerzas imperiales, actuales, no tan actuales y antiguas, en este proceso de mutua asimilación?


No estoy seguro si las preguntas que hago merecen ser contestadas. Pero algo que me brinda alivio es la entrevista del viernes pasado de Amy Goodman a Eduardo Galeano en Democracy Now. En esta entrevista, Galeano habla con palabras inglesas, haciendo un uso de la lengua parecido al que hacemos del español los lationamericanos. Hablaba de una manera poética, no extraida directamente de Dylan, Yeats, Beckett, Shakespeare o cualquier otro admirable poeta angloparlante, hablaba mas bien de la misma manera en la que Lationamerica se apropió de la lengua de su colonizador español.


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